Amarse a uno mismo, no es engordar o alimentar el ego, ni vivir en una burbuja, castillo... o un mundo separado del resto, o mirarse el ombligo.
Amarse a uno mismo es aceptar a los demás, mezclarse y fundirse con todos y todo, y aceptarse a uno mismo. Con actitud e intención. Poner atención y conciencia.
Amate a ti mismo, porque amándote a ti mismo es que puedes saber y experimentar que es el amor verdadero.
Porque amándote a ti mismo, solo así puedes saber amar a todos y a Todo.
Si buscas el amor fuera de ti mismo no solo no lo encontrarás, sino que solo encontrarás carencia y un falso amor, lastimero y frágil, posesivo e interesado, negociador y torturador, del cual podrán escribir algunas bellas canciones que te recuerdan una y otra vez lo equivocados que estamos hablando de lo que creemos que es amor.
Pues... basado en el miedo y la necesidad, incluso te encontrarás con tu pareja ideal, tu espejo, un ser inmaduro, otro pobre ser, carente y mendigo del amor como tú.
Así que ámate a ti mismo y encontrarás una pareja, tu espejo, a un ser maduro, te encontrarás con las personas que se aman a sí mismas y conocen el amor verdadero como tú, del que das y regalas lo que tienes, y recibes en equilibrio. No dar para rellenar o saciar. No pedir, suplicar o exigir, lo que no tienes o lo que crees que no tienes.
El amor está aquí y ahora, solo tienes que empezar a sentirlo en ti, en realidad nunca ha dejado de estar aquí... eternamente, así que... por un instante...cierra los ojos respira consciente... y sientelo... vivelo..., sin miedo..., pues en tu soledad y silencio está la clave de la paz y felicidad. Eres realmente tú, sin mente, sin ego, experimentando la conexión con Todo y a la vez con nada. Porque en la nada se encuentra Todo.
Gracias.
La Senda Consciente